jueves, 14 de marzo de 2013

Closer


Superados por el drama existencial —anulado el instinto de supervivencia por su sensibilidad—, son muchos los que deciden quitarse de en medio. Cuando lo hacen, las especulaciones acerca de los motivos se multiplican cual estúpida metástasis en busca de una razón única y definitiva, coyuntural para más males. Son ajenas, dichas especulaciones, a la triste realidad de que hay personas incapaces de arrostrar la vida, derrotadas de antemano, víctimas de la insoportable levedad del ser de la que hablaba Milan Kundera. Ian Curtis era una de ellas, y no solo lo demostró suicidándose, sino grabando semanas antes de su muerte junto a su grupo Closer (1980), segundo y último álbum de Joy Division, y uno de los más oscuros y desoladores que haya dado la música rock.

La belleza de su debut, Unknown Pleasures, se mantiene intacta, pero la desaparición de Curtis antes de su publicación convierte a Closer en un imposible y espeluznante réquiem cantado por el mismo a quien se llora. Da la impresión de que éste hubiera sabido en aquellas sesiones de marzo que el elepé vería la luz una vez llegado su fin, terrible y macabro presentimiento que acompaña la escucha desde que los redobles de Stephen Morris abren Atrocity Exhibition. Su batería repiquetea impasible la misma figura acompañada del bajo, mientras la guitarra (tocada por Peter Hook en este corte inicial) nos aturde mediante ruido eléctrico y desintegrador. Isolation introduce esos sintetizadores de Bernard Sumner que caracterizarán el sonido del álbum al igual que su guitarra y la voz ceremonialmente lúgubre de Curtis. Passover y Colony inciden en la mecánica frialdad que tan unida va a Closer, y de la que nacen las tristes emociones que transmite, pues no dejan de ser lágrimas las que enrojecen los ojos del robot. Así, cuando llegamos a A Means To An End, se ha instalado la consciencia de un mundo aparte, que viene del kraut, del punk, del high energy, pero que reacciona a estímulos ajenos a géneros o subgéneros (aunque de ellos se nutra). Heart And Soul sigue llevándonos por caminos arcanos e hipnóticos, la base rítmica repitiéndose insistentemente al tiempo que teclas y guitarra dibujan la caligrafía de la desesperación. En dicha caligrafía persiste Twenty Four Hours, cuya letra finaliza hablando de "encontrar mi destino antes de que sea demasiado tarde". Pero lo es: The Eternal es una balada abismal, tremenda; una caída de solemne cadencia por ese precipicio en el que solo queda ver "los arboles y las hojas que caen" asimismo. Para cuando Decades quiere decir adiós, pues, la sentencia está —ineluctablemente— firmada. "Abatidos por dentro, ahora nuestro corazón se ha perdido para siempre"; Ian Curtis queda condenado por sí mismo —corro a sabiendas el riesgo de unir vida y arte— tras haber hecho Joy Division este mortífero "retrato del trauma y la degeneración", capaz de hundir en la miseria a cualquiera que se lo tome al pie de la letra.

Ejemplo de que la constatación del dolor no sirve para paliarlo (o no tiene por qué servir), Closer lo utiliza para articular un trabajo extraordinario en el que el desasosiego es el fin y el rock es el medio. De ahí su personalidad y su fortísima atracción. Si solo miras fuera —parece decirnos— podrás lograr, a lo sumo, el más perfecto de los mimetismos. Si también lo haces dentro y sabes plasmarlo, aspirarás a la emoción estética plena y diferenciada, aun (o precisamente) imperfecta. No aspirarás, sin embargo, a la salvación. El suicidio de Curtis —volvemos a derribar la barrera que separa ficción y realidad— parece avalarlo. Quizá a él se refiriera el título del adiós de Joy Division: Closer, más cerca. Claro como el agua o conciso y criptográfico al mismo tiempo cual oxímoron. Más cerca, más cerca, más cerca…

18 comentarios:

  1. La primera vez que escuché este disco en los albores de la adolescencia me dejó profundamente aturdido. La música ya no dejaría de acompañarme, lo sentí, adquiría una nueva dimensión. Es probable que no encuentre ninguna otra obra maestra de la historia del rock que me haya generado tanto magnetismo aunque incluso me guste más la crudeza de “Unknown pleasures". De “Atrocity exhibition” a “Decades”, y en cada uno de los rincones de de esta magna obra se halla una víctima de la insoportable levedad del ser. Su suicidio hizo más grande, si cabe, su obra. Adiós a la más humana de las Rock Stars.

    Hoy la grandeza de “Closer” se mantiene intacta, entre otras cosas gracias al brillantísimo texto de un tal Gonzalo. Ya te puedo asegurar que acaba de desplazar del number one en mi podium particular de artículos de la ragged glory al “Raw power” de los Stooges. 

    Cada día está más cerca, más cerca... para todos. Gracias, hoy también hermano. Abrazo. Joy Division forever!!! 

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  2. Leo tu post, es más que un post, es un ejercicio de sinceridad, y cojo el disco. Lo tengo en mis manos y siento un escalofrío que apenas dura un instante. Suficiente.

    Allá, cuando llegemos a la llamarada blanca, a la eterna belleza de la nada, estará la blanca portada de "Closer" presente. La fotografía de Bernard Pierre Wolff donde se juntan las serenas expresiones del cadaver y de la mujer joven que le contempla. Une su mano desde su hombro a otra mano, otro personaje del que no se ve la cara, protagonista en la oscuridad. Y la otra mujer, derrumbada al pie del catafalco, su pelo parece un torrente seco de lágrimas.

    Hay una atmósfera de mausoleo romano en el disco, en su presentación (Fact. XXV ), tiene un perfil de última pureza, aquella que solo se alcanza con el sacrificio más extremo.

    Par mí "Closer", además de la música es la atmósfera que crea. Pocos discos lo han logrado tan fielmente como éste.

    Saludos desde el alabastro.
    JdG

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  3. No suelo yo relacionar la obra de un artista con su vida, pero aquí me era imposible no hacerlo. Mientras escribía el texto notaba que la muerte de Curtis marcaba el disco lo quisiera o no. "Unknown Pleasures" es también extraordinario, pero "Closer" es "Closer". Muchas gracias por tus palabras, Johnny.

    Perfecto complemento a la entrada tu análisis de la portada, Javier. "Sinceridad", "escalofrío", "pureza", "sacrificio": vocablos muy unidos a este "Closer".

    Un abrazo para los dos, muy jugosos vuestros comentarios.

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  4. Closer es un abismo sin retorno, y por eso mismo a veces me es difícil escucharlo todo. Hace ya algún tiempo, la cinta Control hizo que mi perspectiva sobre Curtis cambiara y apreciara mejor su obra y entendiera mejor las posibles razones de Ian para quitarse la vida, aunque, como bien apuntas, todo se reduce a meras especulaciones.

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  5. ¿Hombre Mojón? ¿Te tenemos de vuelta? No sabes quá alegría me das. No he visto "Control", pero he oído hablar muy bien de ella.

    Un abrazo.

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    1. Sí, jeje, algo así, llevo algunas semanas con el nuevo sitio, pero me siento completamente desconectado de la antigua blogosfera rockera. La cancelación de mi vieja cuenta de blogger significó también la pérdida de todas las direcciones de los blogs que seguía, como el tuyo, pero me da gusto saber que jamás dejaste de escribir para este gran sitio.
      Un saludo, Gonzalo.

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    2. Muchas de las direcciones las tienes en mi lista de blogs, Jesús, por si quieres investigar. Cuando eliminaron tu blog estuve muy fastidiado, pregunté por ti, pero nadie me dijo nada. Sí, no solo no dejé de escribir, sino que publiqué mi segunda novela (tienes información sobre "En los antípodas del día" en la entrada anterior y pinchando la imagen del libro en la esquina superior derecha). Mucha suerte con tu nueva aventura.

      Un abrazo.

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    3. Enhorabuena por semejante suceso tan importante como lo es la publicación de una segunda novela, que espero sean muchas más. Ya he leído la descripción y la verdad se antoja bastante. Si de por si es un placer leer tus posts, una novela completa ha de ser una cosa extraordinaria. Haré lo posible por hacerme con una copia de esta obra tuya y de Madrid 3. ¿Alguna sugerencia de cómo o dónde pedirlos?

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    4. Jesús, muchas gracias. Para hacerte con "En los antípodas del día" solo tienes que pinchar la imagen de la novela; debajo de la sinopsis pone "comprar en paquebote.com", pichas ahí y ya está. Te dejo el enlace, de todos modos:

      http://www.paquebote.com/9788415019930/baile-del-sol-en-las-antipodas-del-dia

      Un abrazo.

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  6. ¿Os creeis que llevo años sin escucharlo?, y que ademas lo tengo olvidado, no se, oigo hablar mucho de este disco, y yo no lo recuerdo tan grande, pero me lo llevo al coche y lo escucho camino de León, y a la vuelta del finde os cuento.
    Saludos.

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  7. Esperamos tu vuelta de León, Addison.

    Un abrazo.

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Menuda banda, disco y entrada... la madre del cordero !. Y vaya mierda lo de Curtis, claro. "Closer" es tan bello como inquietante (y -¿preocupantemente?- atrayente), una coda insaltable de una gran banda y posiblemente la nota de suicidio sónica definitiva del medio. Posee además esa virtud que solo encuentro en discos como "Berlin" o "Marquee moon" de obligarte a zambullirte en su propuesta consiguiéndolo de manera natural... sin puzzles. Sin ahora escucho otra vez esta, o empiezo por la otra o me salto... Detener "Closer" (y eso que yo soy un defensor a ultranza de los singles de "Substance") es como irte de "La ventana indiscreta" cuando Burr detecta a Stewart. Hay hilos que no deben cortarse ni detenerse y punto o se cae todo el armazón desde la base. Magistral posteo Gonzalo, otro más. Y abrazo guzzero.

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  10. Gracias por lo de la entrada, Guzz. "Substance" es una maravilla, ahí se ven todas las capacidades que tenía Joy Division, pero "Closer" es algo más; ya que hablas de Hitchcock, se puede comparar con "Vértigo" o "Los pájaros" por el oscuro drama existencial que guarda.

    Un abrazo.

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  11. Discarro esencial que contiene todo lo que era Ian Curtis y su atormentada vida. Básico para entender muchas cosas y musicalmente excitante, oscuro, palpitante, con temas como Heart and soul para la historia.
    La crudeza y estilo de Unknown pleasures tenía su continuación perfecta en este disco dónde la evolución alcanzaba el zenit.

    Un abrazo.

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  12. Pocas veces ha estado la vida tan relacionada con el arte: no había impostura en Curtis; su sufrimiento era extremo y Joy Division le puso una de las mejores bandas sonoras imaginables.

    Un abrazo, Savoy.

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  13. "...no había impostura, su sufrimiento era extremo y Joy dIvisión le puso una de las mejores bandas sonoras imaginables. " Cuanta grandeza.

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  14. Gracias, Johnny. (Y cuánta dureza.)

    Un abrazo.

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